Y dale con las perlas
Ya me hago cargo de que estoy algo repetitivo con esto de las perlas, pero es que desde que empecé a escribir artículos sobre ellas me asedian a cada frase. Esto es como las embarazadas que no hacen más que ver a otras embarazadas por todas partes. O como cuando llega el verano, que uno no ve más que tetas... ¿Dónde están en invierno? Bueno, a lo nuestro:
El otro día volvió de vacaciones una entrañable conocida de la familia. Me comentó que había estado en Galicia y que el tiempo muy bien pero que, por desgracia, aquello estaba "infectado" de gente. Claro ejemplo de una perla que añade un matiz adicional y, por otra parte, bastante pertinente, a la conocida coletilla de "infestado de gente". Curiosamente la primera definición de la RAE es la misma para "infestado" e "infectado", aunque escarbando en el resto de definiciones resulta que con la primera nos podemos referir tanto a microorganismos como a personas y, con la segunda, solo a los microorganismos o, en su caso, a personas muy bajitas, observables únicamente mediante microscopio.
Hablando de viajes y climatología, el otro día mi Querida Anónima me comentó, yendo hacia Asturias, que si a la salida del túnel del Negrón (que salva el puerto de Pajares) la temperatura es de unos 15º C, lo más probable es que en Oviedo (una vez bajado el puerto) ésta oscile en una "orquídea" entre 20 y 22º C. Hay que decir en su descargo que, nada más pronunciar la perla, su risa demostró que se había dado cuenta de que la flor no pintaba nada en esta historia. Pero soltarla, la soltó.
Hasta la siguiente patada!